Cielo azul, nubes bien formadas y bultos de cámaras en manos, tomamos rumbo al sur, con destino supuesto a Salinas de Baní...
Hasta ahí todo era perfecto, hasta que empezó aquel tremendo aguacero, con truenos y relámpagos que nos obligó a devolvernos de San Cristobal, nuevamente a la Capital.
Y por supuesto, la Ley de Murphy se hace presente y al llegar nuevamente a la ciudad de Santo Domingo, cielo despejado, parcialmente nublado.
Cambio de planes, vamonos al zoológico Nacional -que tenía como 15 años que no visitaba- y SORPRESA: estaba cerrado.
Así que después de muchas vueltas y varios galones de gasolina abajo, terminamos nuestro recorrido en el Parque Mirador Norte...aún húmedo por las lluvias.

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